En un durísimo partido Argentina perdió por la mínima con Polonia. No podemos hablar de merecimientos para uno u otro. Solamente que este equipo sigue ilusionando y demostró una vez más que está en excelente nivel.
En los primeros 15 Polonia fue llevando el tanteador manteniendo una diferencia de dos. Con el ingreso de Adrián Portela como avanzado, la defensa argentina se potenció, Adrián lograba velocidad de desplazamiento y contención a la vez, Dady cambia a una mixta con Federico Pizarro sobre Jurecki y más tarde Adrián sobre Jurkiewicz. La tarea ofensiva era comandada por Seba y Diego Simonet aprovechando los bloqueos de Gonza Carou.
Un gol impresionante levanta el ánimo Gladiador: al límite del pasivo Federico Pizarro metió un roscón desde un ángulo imposible,”matrix” nuevamente lo hizo. Argentina arriba, por primera vez en el partido.
El trámite fue parejo hasta el final y Federico Fernández convirtió el 12-11, para el cierre de un primer tiempo excelente.
En el segundo no hubo un dominador neto. Apareció la zurda de Leo Querín con tres lanzamientos fortísimos (dos goles y poste). Se mantuvo el orden de ataque pero hubo más pérdidas. Después que Dady cuidara al Chino varios minutos, finalmente se dio lo que no queríamos a los 24′: fue descalificado por llegar a las tres exclusiones. Diego estaba claramente molesto con los jueces, que vale la pena aclarar en fallos puntuales perjudicaron a nuestro equipo.
El final, cuando Polonia parecía que se lo llevaba sin más, el temple de nuestros muchachos generaron una expectativa de milagro, finalmente la diferencia fue de 1 para Polonia (24 a 23).
Mirando las estadísticas que te presentamos a continuación creemos que la clave estuvo en las 9 pérdidas de pelota, más cuando los porcentajes de efectividad están dentro de la normalidad.
Nos queda un sabor semi amargo, pero recordemos que es este equipo el que ha subido la vara en relación a los europeos.
Con todo respeto decimos que nos gustaría ver en cancha con más minutos juntos a Diego y Juampi en la línea de armados.
Queridos Gladiadores, sigan así, llevando la celeste y blanca con orgullo, juego y garra!